Jugadora de pádel Raquel Piltcher de SHOOTER PADEL

Absolutamente. En Brasil, concretamente en mi ciudad natal llamada Pelotas, descubrí el pádel después de pasar por el tenis profesional. Y me gustó tanto que incluso decidí combinar mis estudios con largas horas de dedicación a este deporte. Me acuerdo que hacía doble turno, entrenaba siete horas diarias… Era una adicta al pádel hasta que la misma federación brasilera me llamó y empecé a jugar en campeonatos sudamericanos para posteriormente llegar al Mundial de Casqais el 2016.

El pádel es un deporte muy nuevo y si empiezas, en la generación como la mía que ahora ya tenemos 30 años, es normal que nuestro origen sea el tenis. Ahora esto ya no pasa y los jóvenes que empiezan a subir ya llevan el pádel incorporado desde el principio.

Es obvio que el tenis es muy mental porque una está sola siempre. En el momento que decidí retirarme de él es porque no aguantaba más esta presión. En cambio el pádel es más divertido, aunque muy exigente. Pero lo puedes compartir con un compañero y el entorno es más sano que el del tenis, tiene un punto de proximidad único que también se traslada en la práctica profesional.

Sí y no. Me explico: el pádel tiene mucha fuerza en Argentina y mi ciudad está en la frontera con este país. Lo mismo pasa en Uruguay. Es un deporte que nació en puntos muy concretos de América Latina y Europa, pero ahora es mundialmente conocido.

Sigo con un doble turno de entrenamientos basado en el físico con tres horas para cada uno. Piensa también que viajamos muchísimo. En mi caso, nunca estoy en casa…¡Tengo un gato en Madrid y suerte que mi compañero lo cuida! Echo de menos este aspecto, aunque la parte buena es que conozco ciudades muy interesantes. En el pádel, la vida profesional es más larga, se puede jugar hasta los 40 o incluso más. Pero para todo ello, la disciplina es muy importante.

Me gusta mucho jugar tácticamente, pienso mucho. En el juego, esto no sé si es bueno o malo, pero a mí me da mucha seguridad, intento ser más agresiva y me da consistencia. También trabajo el tema psicológico. Ahora estoy cerrando una nueva compañera y creo que para el WPT de febrero en Mallorca ya estaremos listas para competir juntas.

Siempre la hay. Solo con querer ser madre ya lo es. Pero sí, ves muchas diferencias de igualdad, por ejemplo en los premios. World Padel Tour ha igualado los importes, pero las marcas pagan mucho más a los hombres, esto no se puede controlar. Te diría que un jugador gana diez veces más que yo.

Y llegamos al ahora con Shooter. ¿Qué supone para ti ser embajadora de esta marca premium?

Ahora estoy en la 60ª posición del ranking y deseo no tener lesiones, estar fuerte para el año que viene y entrar entre las 30 mejores. Hace unos meses tuve una lesión de hombro, también muchas molestias en el codo y quiero no sufrir más.

A parte de progresar deportivamente, espero hacer crecer la marca. Sé que si consigo logros con la marca, Shooter Padel se visibilizará más tanto en los medios como en las plataformas digitales.

Empecé a jugar a mitad de 2014, cuando tenía 23 años.

Soy muy constante y sólida, me gusta jugar con la táctica y trabajar mucho los puntos.

No me gusta definirme en un solo golpe, tengo la sensación de ser una jugadora con los golpes muy parejos. Pero me gusta bastante mi volea de revés.

No tengo un referente, pero si me gusta mirar los puntos fuertes de cada jugadora para aprender más o incorporar a mi juego.

Mi sueño sería jugar un Máster Finals.